La validación de identidad es una pieza clave para las organizaciones que operan en entornos altamente regulados, como el sector financiero, asegurador o de servicios de telecomunicaciones. No se trata solo de verificar que la persona que realiza una transacción sea quien dice ser, sino de garantizar una experiencia segura, fluida y alineada con las expectativas digitales actuales.
En la práctica, muchas empresas continúan utilizando procesos heredados que fueron eficientes hace cinco o diez años, pero que hoy representan un riesgo y una barrera de crecimiento. A continuación, analizamos cinco señales claras de que tu proceso de validación de identidad necesita una actualización, acompañadas de recomendaciones y casos de uso concretos.
1. Tus procesos dependen de envíos manuales de documentos
Si tus clientes aún deben escanear o fotografiar su documento de identidad y enviarlo por correo electrónico o subirlo manualmente, estás enfrentando varios problemas a la vez:
- Riesgo de seguridad: el correo electrónico no es un canal cifrado, y almacenar estos documentos en sistemas no especializados expone la información a posibles filtraciones.
- Experiencia de usuario deficiente: el proceso se percibe lento, poco intuitivo y genera desconfianza.
- Carga operativa: requiere revisión manual, lo que retrasa el ciclo de onboarding o aprobación.
Recomendación:
Implementa flujos automatizados de validación documental y biométrica que recojan, validen y almacenen la información de forma segura. Por ejemplo, el uso de plataformas de identificación que permiten tomar una foto del documento y un selfie desde el celular, con validación en tiempo real. Ver validación biométrica de identidad
2. El tiempo promedio de validación supera los 10 minutos
En un mundo digital, donde los usuarios esperan inmediatez, un proceso de validación que tarda más de 10 minutos es una desventaja competitiva. Esto puede deberse a:
- Revisión manual de documentos.
- Sistemas fragmentados que no se comunican entre sí.
- Falta de integración con listas negras, fuentes oficiales u otras bases de datos.
Indicador de alerta:
Tasas altas de abandono durante el registro o la contratación de servicios. Cuanto más tiempo tarda el proceso, mayor es la posibilidad de que el usuario se canse o desconfíe.
Recomendación:
Integra soluciones que hagan la validación en tiempo real, como la verificación facial con prueba de vida (liveness detection), OCR para leer documentos automáticamente y APIs de consulta en tiempo real.
3. No se detectan fraudes sofisticados como deepfakes o identidades sintéticas
El fraude también ha evolucionado. Ya no basta con detectar una fotocopia alterada. Hoy en día existen:
- Deepfakes: videos generados con IA que simulan rostros humanos.
- Identidades sintéticas: combinaciones de datos reales y ficticios que burlan controles básicos.
- Ataques de suplantación digital: uso de documentos robados o comprados en la dark web.
Recomendación:
Adopta soluciones que combinen validación biométrica avanzada con detección de patrones inusuales y verificación multifactor en canales digitales. Los sistemas de onboarding deben contar con mecanismos antifraude basados en inteligencia artificial y chequeos automáticos contra listas AML y watchlists.
4. No estás cumpliendo con las normativas actuales de tu país
El entorno regulatorio está en constante evolución. Si tu proceso no está actualizado con las exigencias locales e internacionales, corres el riesgo de:
- Incumplir leyes de protección de datos como GDPR o la ley de habeas data.
- Enfrentar sanciones por falta de diligencia en la identificación de clientes.
- Dificultades para pasar auditorías regulatorias.
Recomendación:
Utiliza soluciones que estén diseñadas para adaptarse a marcos regulatorios locales. Es clave que la plataforma que utilices tenga actualizaciones continuas y que el proveedor ofrezca soporte legal y técnico en la región.
5. Tus usuarios abandonan el proceso antes de completarlo
Uno de los síntomas más evidentes de un flujo obsoleto es el abandono. Esto suele deberse a:
- Interfaz poco amigable.
- Demasiados pasos o requisitos excesivos.
- Incompatibilidad con dispositivos móviles.
Recomendación:
Disena una experiencia centrada en el usuario, que se adapte al contexto (por ejemplo, validación por WhatsApp, integración en apps existentes o formularios simplificados). Prioriza la experiencia móvil y las validaciones silenciosas (background checks) donde sea posible.
¿Y ahora qué sigue?
Actualizar el proceso de validación no solo es una necesidad técnica, sino una estrategia clave para mejorar la experiencia del cliente, reducir riesgos operativos y cumplir con las regulaciones.
En DANAconnect, contamos con una solución integral de validación de identidad que incluye:
- Verificación biométrica facial y de video
- Validación documental con OCR y antifraude
- Consulta en listas AML y validadores externos
- Integración nativa con flujos automatizados y canales como WhatsApp, email, SMS o apps propias
Todo dentro de un modelo SaaS, con despliegue rápido y soporte regional.
Conclusión
Ignorar las señales de un proceso obsoleto puede costarte mucho más que una mala experiencia: puede costarte clientes, reputación y cumplimiento. La buena noticia es que hoy existen soluciones accesibles, seguras y escalables que permiten transformar la validación de identidad en una ventaja competitiva.
Actualiza hoy tu proceso. La confianza de tus clientes empieza por reconocerlos de forma segura y eficiente desde el primer contacto.
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